Los taninos y el vino blanco de Bodegas Vidular
Disfrutar del enoturismo en Cantabria con una visita a Bodegas Vidular nos permite conocer todo tipo de curiosidades sobre el vino. Una de ellas es la relación entre los taninos y el vino blanco. Generalmente, tendemos a pensar que los taninos únicamente están presentes en el vino tinto, pero el vino blanco también los contiene. Eso sí, en menor medida, pues durante la elaboración estos caldos tienen un menor contacto con las pieles.
Vinos de Cantabria: los taninos y los blancos
Los taninos son una sustancia química procedente de las pieles de la uva, sus semillas y los tallos del racimo, pero también de la barrica. Y aquí está la clave: los vinos blancos únicamente tendrán taninos tras pasar un tiempo en barrica. Juegan un papel clave en el envejecimiento de los caldos, pues contribuyen a prevenir la oxidación. Además, nos ayudan a prevenir enfermedades degenerativas y cardiovasculares.
Encontramos diferentes tipos de taninos, que podemos identificar según la sensación que dejan en la boca. Los dulces y aterciopelados nos dejan una ligera sensación de sequedad, demostrándonos que el vino blanco está en el momento ideal de consumo. Los taninos sedosos nos dejarán el paladar más jugoso, mientras que los taninos secos nos dejan la boca más seca. Esto no es buena señal, pues nos indica que las barricas eran antiguas o la uva estaba demasiado macerada.
Cómo saber la cantidad de taninos
Haciendo turismo enológico en Cantabria en Bodegas Vidular puedes conocer el proceso para saber la cantidad de taninos idónea. Para descubrirlo, da un traguito a tus vinos de Cantabria y mantén el caldo unos 15 segundos en la boca. Enjuágate suavemente o deja pasar un poco de aire para potenciar el gusto, y según la sensación tánica (sequedad en lengua, paladar o encías) sabrás si tiene muchos (sensación de sequedad) o pocos taninos (poca sequedad) y el tipo.